La primera vez que escuche este relato, narrado por la propia autora, me cautivó y atrapó…
El viaje que inicié con sus palabras me llevó a la niñez, cuando pasaba a la cama de mis papas porque sencillamente no podía dormir… Si una de las misiones de un libro es emocionar a quien se acerca a sus páginas, "El niño que no podía dormir" conquista su objetivo con creces.Finalmente, es de resaltar el carácter fantástico del relato, su manejo de las tonalidades cromáticas; además de la emotividad que genera la historia y la idoneidad de sus ilustraciones. Una apuesta que, como lectora, agradezco.
Laura Escobedo .Diseñadora editorial
...Cuando me separe uno de mis hijos empezó a tener pesadillas por la noche, intenté de todo, empecé por los besos miles, los abrazos, dormir con él, ....pero nada....siempre despertaba sudando, y asustado me llamaba...
Cuando leí tu cuento inmediatamente recordé esta parte de la vida de mis hijos....y sonreí pues yo también empecé a leerle relatos llenos de personajes lúdicos, amables, y mira que coincidencia esa navidad le regalé un "atrapasueños" a mi hijo (no sin antes contarle una historia alucinante sobre los efectos protectores de este atrapasueños) el tenía 6 años, hoy tiene 16 y hasta hoy piensa que el "atrapasueños" tuvo que ver con que las pesadillas ya no entraran en su habitación y "por siaca" aún lo tiene colgado al costado de su cama.
Silvia.
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